
Un incunable por donde se le mire. La joya de la corona de nuestra modesta colección. En 1985 las fuerzas vivas de la nación unieron fuerzas para designar una comisión de notables que tendría la misión de encontrar la forma para sacar a nuestro fútbol del abismo en el que se encontraba después de sendos fracasos en las eliminatorias recientes y, especialmente, después de haber abdicado a la sede del mundial de 1986. La comisión, encabezada por Daniel Samper Pizano, comenzó por cambiar el atuendo de la selección: del blanco y el zapote ambos con franja tricolor al amarillo y al rojo como uniforme alterno. Para presentar el nuevo diseño nadie mejor que la diva del momento: la inacabable Amparo Grisales. Pretendía también esta comisíon, como se lee en la breve reseña que por esos días se publicó en El Gráfico de Argentina, «reconstruir la imagen de nuestra Selección para hacer desterrar la relación que se hace del narcotráfico con el fútbol colombiano». Éxito total el de la comisión.

Muchas gracias, enunabaldosa..











