
Los asistentes (de izquierda a derecha): Vicious, Sensación Rey Arturo, Don Mauro, siempreconusted, ustedesnoexisten, Curramba
Entrada ya la noche del veintidós de diciembre de 2006 reunierónse en la taberna que lleva el nombre del recordado capo de Camelot (hoy atendida por sus descendientes) varios de los más conspicuos contertulios del Bestiario del balón. De la avanzada hicieron parte “Don Mauro», «Vicious» y «Sensación Rey Arturo», quienes ya se encontraban apoltronados en el lugar cuando hizo su ingreso quien esto escribe en compañía de su señora esposa, cinco minutos después de las 21:00. Después de un breve registro del lugar sus dependientes y clientes, este, su servidor, tuvo claro que ninguno de los tres o cuatro mancebos que poblaban la barra harían parte del encuentro y procedió a intercambiar santo y seña con los tres integrantes de la avanzada que habían decidido ubicarse en una de las mesas de la primera planta para dar así inicio al primer encuentro bestiarista. Tal y como lo ordenaba el orden del día, el encuentro comenzó con un saludo del propietario del lugar –Hernando «Mono» Tovar, vieja gloria del Independiente Santa Fe– quien nos agradeció haber escogido el negocio de su familia como sede de nuestro primer encuentro para inmediatamente despedirse aduciendo una lesión en la pierna derecha y dejandonos en manos de su joven heredera quien a su vez estaba secundada por quien a todas luces parecía ser su cónyuge.
Minutos más tarde hizo su ingreso –manejando un bajo perfil que rápidamente abandonaría consagrandose incluso como la revelación de la noche–, «Manuelito», visitante no tan frecuente que sin problemas encajó en la conversación proponiendo inmediatamente llevar a cabo un repaso por la nómina del América subcampeón de la libertadores 1996. Después de «Manuelito» se unieron a una mesa que ya experimentaba una importante explosión demográfica de envases vacíos dos extras (uno de ellos con parlamento) contratados especialmente para la ocasión. Cuando la discusión pasaba por la verdadera edad de algunas de las más jóvenes promesas de nuestro fútbol (muchas de ellas vistas mientras acudían bajo otra identidad a visitar reconocidos médicos geriátras) hizo su aparición «Ustedesnoexisten» en compañía de otro visitante frecuente del Bestiario: «Curramba». No había terminado la ceremonia de intercambio de santo y señas cuando ya había entrado en escena el “General Verdad” ataviado con la camiseta de la LDUQ quien, a juzgar por su avanzado estado de alicoramiento, parecía provenir de una novena bailable con los integrantes del plantel profesional del Junior de Barranquilla. Así, mientras los demás miembros de la comunidad ayudaban a la joven pareja que nos atendía a darle una forma más redonda, más acorde con el lugar, a la mesa, el General Verdad se las veía a gatas para mantenerse en pie al tiempo que fracasaba también en su burdo proyecto de flirteo con la tataranieta del Rey Arturo. Azuzado por “ustedesnoexisten”, el alicorado General estuvo también a punto de establecer contacto telefónico con un amigo de esta casa: Andrés Maroco.
Una vez terminó su espectáculo, un tambaeante “General Verdad” se retiró de la taberna junto con el enigmático extra sin parlamento para dar ahora si comienzo a una tertulia de altísimo nivel que hizo las delicias de propios y extraños. Fue entonces cuando se revivieron capítulos de oro de la radio deportiva bogotana recordando los días en que el indio Cuatindoy llevaba a los oyentes de Colmundo Radio las incidencias de los partidos que tenían lugar en El Campín, contemporáneo de Cuatindoy se recordó también a Jorge Cermeño, narrador de la célebre voz de Bogotá. Encarrilada ya la conversación.estruendosas fueron las carcajadas cuando se tocó el tema del apodo con el que Iván Mejía bautizó a Juan Pajuelo: “El ídolo de la juventud”. Las carcajadas aumentaron sus decibeles cuando alguien recordó que “Cilantro” fue el que le correspondió a Jorge Correa Pastrana. El tema de los apodos de Mejía dio incluso para recordar el primer sobrenombre con el que este comentarista fue dejando clara su animadversión hacia Carlos Antonio Vélez: “La caternica”. Hubo también carcajadas y uno que otro brindis cuando uno de los participantes recordó la aparición de Javier Tolosa (tradicional monaguillo de Mejía) en “Quiere Cacao”. Estos sólo fueron abrebocas, pues el clímax de la reunión llegó cuando se recordó al periodista y candidato a Edil de Radio Melodía Edilson Ballesteros y la forma como uno de sus colegas le dio por esos días un empujoncito a su campaña: “Melodía ya tiene su edil; Edilson Ballesteros”. Este último momento sólo fue superado por la histeria colectiva que generó entre los presentes la alusión del extra con parlamento a la forma como Dios Antonio Vélez se refirió al volante del Tolima Juan Carlos Escobar durante la transmisión del partido de ida de la final de nuestro querido rentado: es un jugador aguerrido, fornido, macizo, pétreo.

El General Verdad, abandonando la Taberna del Rey Arturo
Como era de esperarse, hubo tiempo también para un repaso por lo más vistoso de los libros de contrataciones de algunos de los equipos de nuestro rentado. En este punto se desarrollaron uno por uno casos como el de Christian García, Luis Molinas, Giacomo Di Giorgio, Lobinho y Sebastián Cartagena, sobra decir, entre muchos otros. El talento nacional tuvo también su espacio en esta terapia grupal. Fue así como se trabajaron los traumas que en muchos de los participantes dejó el accionar de Farley Hoyos, William Vásquez Chacón, “La brocha” Vidal, John Jailer Moreno y José Manuel “El willi” Rodríguez entre otros.
Cuando ya se habían evacuado los temas incluidos en el orden del día y “Vicious” en compañía de “Sensación Rey Arturo” habían abandonado sigilosamente la reunión (llevando Vicious el gallardete que lo acreditará durante todo el 2007 como vistante del año bajo el brazo), el extra con parlamento que aún permanecía en la mesa se destapó y dio muestras de ser un gran conocedor de la cultura “pop” peruana de los años noventa cuando la conversación terminó por generar en este manido pero no menos apasionante tema. De su mano y de la de “Manuelito” se dio inicio entonces a un recorrido por el mágico mundo de Nubeluz, Bataclown, Miky Rospigliosi, Los Choches, Pataclown y Pisco Sour. A esta altura del encuentro el reloj marcaba ya las dos y treinta de la madrugada y en el lugar sólo quedaban los sobrevientes del que para esa hora ya se perfilaba como un exitoso primer encuentro Bestiarista. Poco después de cerrar el tema Pataclown y cuando los participantes se disponían a debatir si Emilio Laferranderie era el verdadero nombre de “El Beco”, la jóven pareja –visiblemente agotada y harta ya de oir entre alaridos nombres tan extraños a sus oidos como los de Edilson Ballesteros, “Chayanne” Mendoza y Edwin Tuirán Ruiz– interrumpió advirtiendo que se aproximaba la hora del cierre y que por ningún motivo estarían dispuestos a soportar un minuto más el flujo de datos inútiles proveniente de la mesa en la que se desarrolló el encuentro, por lo que no quedó más remedio que enfilar baterías hacía el “rapi-perro” que los organizadores habían contratado para que recibiera a los sobrevivientes a la salida, sobre el amplio andén de la carrera quince.

Los sobrevivientes, a altas horas de la madrugada (de izquierda a derecha: Don Mauro, ustedesnoexisten, siempreconusted, Curramba)
Una vez canceladas todas las acreencias y habiendose aprobado a pupitrazo limpio la realización de un nuevo encuentro en un término no mayor a tres meses, invocando la protección del indio Cuatindoy se dio por levantada la sesión. .









