Tierra de lagartos

Y se completa la saga, recomendación de «Feloarias»:

Sólo una vez , entre mayo y junio de 1994 para se más exactos, Poncho Rentería cedió su bien ganado sitial de lagarto más popular del país. El encargado de desbancarlo fue Max, el simpático reptil de caucho que se lanzó antes del mundial con la esperanza de simbolizar una gesta sin precedentes pero que, consumado el fracaso, terminó convertido en un fracaso comercial también sin precedentes. Del muñeco, sus atribuidos poderes y, sobre todo, de su opaco final ya se ha dicho suficiente, por eso mejor disfruten, a manera de entremés de nuestra exitosa saga Visa USA, de estas memorables piezas de video.

Primer video, cortesía de Diego González. .

Moda’86

A la memoria del Zapote mecánico

Ahora que está tan en boga el tema de los lanzamientos de uniformes de competición, es bueno mirar en el retrovisor para toparse con la que, corríjannos si nos equivocamos, fue la primera indumentaria en ser presentada en sociedad con algo de ruido. Fue la de la selección del médico Ochoa que disputaría las eliminatorias para México´86. Como ya se dijo en un post anterior, a esta selección no sólo la apadrinó Amparo Grisales, también la asesoró una «Comisión de notables» que tuvo entre sus tareas procurarse los servicios de una diseñadora en una época en la que Silvia Tcherassi no había desplazado aún a los diseños elegantes, pero casuales de Candilejas.

La elegida fue María Elvira Pardo, quien, juiciosa, permaneció 40 días recluida en su cuarto de costura dándole vueltas al nuevo diseño que habrían de lucir, con garbo y distinción, «el Nano» Prince, Arnoldo Iguarán, Germán Morales y «el Polaco» Escobar en los estadios del continente.

Cuando ya estuvo listo el diseño, El Tiempo, también esta vez, se adelantó y publicó estos matachos anunciando que el rojo sería el uniforme principal o «No.1». Informó también que Maria Elvira tomó atenta nota durante su trabajo de las precisas observaciones que le hicieran Pedro Zape, «el Triciclo» Córdoba y los demás integrantes del combinado patrio. Después, le dio la palabra a la diseñadora quien se refirió con estas palabras a su obra: «el diseño se fue simplificando hasta llegarse a un modelo que, sinceramente, consideramos agradable y muy representativo. Creo que los futbolistas sí sentirán ahora la camiseta, como se suele decir empleando términos deportivos».

Por último, los infaltables entuertos legales. Recuerda el periódico que en virtud de la resolución 000011, ratificada por la 000486 de 1980 [no estamos inventando, existen, pueden consultarse] emitidas ambas por el Ministerio de Educación, el zapote (o naranja, según la óptica del redactor) debía ser el color oficial de cualquier representativo patrio en cualquier disciplina deportiva que compitiera en el exterior. Viejo zorro, don León Londoño le restó importancia al tema afirmando que la Fedefútbol harán ante Coldeportes «algo que otras federaciones no han hecho, como es notificarle que hemos diseñado un nuevo uniforme. Pero si fuera rechazado, sencillamente entraríamos a pensar en el retiro de nuestro equipo de la eliminatoria porque el uniforme ya fue inscrito ante la FIFA y ahora ya no podemos jugar con otro». Un capo don León. Un verdadero capo. .

Papel carbón

¿Fueron ellos dos separados al nacer?
Sí, se ve a leguas – 159
No y no me traumaticen – 213
No responder es responder un poco – 409
Total de votos: 781

¿Fueron ellos dos separados al nacer?

Sí, se ve a leguas – 159

No y no me traumaticen – 213

No responder es responder un poco – 409

Total de votos: 781

Para especialistas

Como pueden apreciar esta entrada no hace parte de nuestra siempre estelar sección «Adelante con la moda». Esto porque sólo a quienes tenían la manía de seguir con estricto rigor los múltiples y frecuentes cambios de ropa deportiva que experimentó Millonarios en la década pasada les parecerá interesante este documento.

Se trata de esta extraña camiseta Saeta que luce en la foto el volante argentino Pablo Abdala (ya tendrá su espacio) y que sólo se utilizó en este partido correspondiente al cuadrangular semifinal de 1996. Extraña pues para la época, Millonarios alternaba entre un precario uniforme Torino (referencia «triángulos) y el remanente de la dotación que Umbro le hiciera llegar con motivo de la Copa Libertadores de 1995. Y extraña también porque en una época en que no podía faltar la cuota de Saeta en el variopinto armario albiazul (era normal que en un año se usaran varios diseños de más de una marca), curiosamente para ese año la popular casa bogotana se había mantenido al margen. Y así fue hasta esta fugaz aparición con un diseño en el que sobresalen los tres escudos de fondo, detalle que ya se había usado dos años atrás en otro uniforme «de colección» que los azules en un partido contra el Once Caldas en Bogotá.

Terminado el partido, los entonces dirigidos por Prince volvieron al uniforme Torino, mientras que para el torneo siguiente, Millonarios, además del subtítulo, estrenaría también un efímero uniforme Adidas; el mismo que hace poco fue desempolvado para impulsar la campaña de lanzamiento de la camiseta 2009. .

Encuesta relámpago

¿Le cree a la pataleta del presidente del Tolima?
Sí – 57
No – 224
Ni pío – 562
Total de votos: 843

¿Le cree a la pataleta del presidente del Tolima?

Sí – 57

No – 224

Ni pío – 562

Total de votos: 843